martes, 14 de enero de 2014

a propósito del artículo " Gobiernos populares de Latinoamérica, ¿transición o reciclaje?" de Isabel Rauber

se abre un espacio de debate muy interesante pasada la vorágine (a veces triunfalista) de los, en aquel entonces, inéditos triunfos de candidatos distintos a los que había secuestrado tradicionalmente los espacios de poder. pasados varios años del inicio del gobierno bolivariano en Venezuela y la seguidilla de gobiernos en Bolivia, Ecuador, Perú, Nicaragua, El Salvador, ahora podemos y debemos realizar análisis de los alcances y limitaciones de estos procesos que toda la izquierda sitúa como contrapeso del empuje imperialista y del neoliberalismo. A veces se nos olvida que la teoría revolucionaria es un hecho científico y que por tanto, la lógica de la destrucción del capitalismo no es un hecho romántico o moral, es un hecho científico, es decir, que se parte del análisis de la racionalidad actual para conocer la forma de derrotarla y construir una nueva racionalidad. pero las categorías aunque se actualizan no pierden validez, ese es el craso error por ejemplo de Correa en Ecuador que libremente argumenta que ya no existe lucha de clases y reconfigura el discurso popular en una círculo "oligarquía vs el resto" siendo la oligarquía una mera simplificación-reducción de todo un entramado mayor -de clase, al fin y al cabo-

lo cierto es que un proceso revolucionario parte necesariamente de la toma de conciencia y acción del sujeto víctima del sistema de explotación -su conversión en sujeto revolucionario-, es decir en actor pleno del cambio. América Latina todavía sufre del mal del cacicazgo, salvo en el caso de Bolivia (tal vez) los demás procesos parten de figuras carismáticas sin un proceso popular que los sustente, es decir, no hay la configuración de un movimiento de vanguardia (no vanguardismo, de lo que pecaron muchos partidos comunistas en el siglo XX). los triunfos se dieron por el agotamiento de los partidos tradicionales y el cansancio de muchos sectores de la sociedad frente a lo más visible del modelo (crisis sucesivas, empobrecimiento, clase media estancada), en ese sentido "el nuevo" ganó. Este inicio marca mucho de los procesos posteriores, pero en todos los casos marcó un comportamiento del gobierno que puede definirse como paranoico respecto a los procesos electorales, se comenzó a vivir en una eterna campaña electoral, lo que significa (es la esencia de la democracia burguesa) que  de una u otra forma hay que comprar votos, eso es asistencialismo, consensos, negociaciones, suavizamiento de discursos y retraso de medidas de cambio más profundas. por otro lado, la configuración de estructuras electorales muy heterogéneas, resultadistas, separadas de procesos de desarrollo de la organización social, dio como resultado estructuras meritócratas, o sea, núcleos de poder cerrados, lame-botas o con cuotas de influencia lo suficientemente importantes como para verlos como posibles obstáculos en la siguiente contienda electoral. además todo esto, supresor del proceso de crítica y autocrítica propio de un movimiento, sustituido por el disciplinarismo ciego, con mucho de culto a la personalidad. 
en los ámbitos sistémicos, no es que haya habido una gran reconfiguración o por lo menos se haya iniciado un proceso de transformación de la racionalidad económica, política o social. los mayores cambios se han dado en Venezuela y el momento actual coloca al proceso en la cuerda floja. En Ecuador, el gobierno progresista es el que más daño le ha hecho a la organización social. En Nicaragua se ha prestado más atención a los "regalos" y los "adornos" que al fortalecimiento popular. el modelo sigue siendo exactamente el mismo, no hay una transformación en los modos de producción, se sigue viendo el papel de la nación como ya lo configuró la división internacional del trabajo, de ahí que Correa sea tan beligerante contra el movimiento indígena, pues el pone trabas a su plan de explotación petrolera que tanto dañan a la Madre Tierra y que han configurado el modelo de pobreza del país, no hay diversificación, ni cambio de estructuras, ni nada y para todas las críticas, todo lo justifica en el discurso una vez más con las prebendas y asistencias sociales. esto se repite por cada lugar, al punto de que en algunos países las cámaras de empresarios hoy tienen más poder de decisión y mayores libertades que antes en el neoliberalismo.

entonces, sí existe el progresismo como expresión menos salvaje del capitalismo, pero no es su superación. los Gobiernos "populares" en América son sólo progresistas? buena pregunta... hasta ahora nada es muy diferente que antes, salvo por programas de atención social, bienvenidos pero insuficientes si de transformar la realidad se trata, porque esa transformación depende exclusivamente de la participación popular, de su entendimiento racional de su papel como sujetos de cambio y de la creación de los mecanismos de cambio a nivel práctico y teórico, es un proceso de enseñanza y participación que entra en franca contradicción con las estructuras tradicionales de la democracia burguesa tradicional y, que por ahora, no parece ser compatible con las estructuras de gobierno que que estamos discutiendo. que todo es un proceso y que nada cambia de un día para otro es cierto, pero también es cierto que desde 1998 hasta la fecha, desde 2006 hasta la fecha o desde el resto de fechas en que asumieron los gobiernos "populares" ya ha pasado el tiempo suficiente para ver por lo menos la metodología del cambio, y en muchos casos no se ven, muchos procesos incluso han sido abandonados porque "limitan" los impactos que se necesitan para ganar una nueva elección. Además, la heterogeneidad mal entendida de algunos movimientos (particularmente caricaturezco es el caso de Alianza País) solo responde a ese momentum electoral y está creando una nueva "oligarquía" política, supresora de la creatividad popular, siempre crítica, favoreciendo la formación de camarillas que nada tienen que ver con un proceso revolucionario y sí mucho con lo ya aprendido y visto en tantos años de neoliberalismo.

falta por ver si estos son dificultades propias de un proceso o es una estructura pensada desde el progresismo que solo sustituye a una clase política que se gastó. 


puede leerse el artículo en http://librepenicmoncjose.blogspot.com/2014/01/gobiernos-populares-de-latinoamerica.html